lunes, febrero 27, 2006

Más madera

Cuando todavía no se ha olvidado la tormenta del Premio Planeta, Juan Palomo, en La papelera del 16 de febrero (el de hace dos semanas), escribió:

<<[…] Me quedo con la confesión de Sánchez Dragó de que “los únicos premios que son malos son los institucionales porque esos sí están corruptos. El poder nunca premia en vano, el poder siempre intenta dirigir la cultura y todos los premios institucionales, desde el Nobel al Cervantes, son corruptos”.>>

Juan Palomo dixit. Por algo será.